martes, 12 de septiembre de 2017

Amores de bandazos

Así nos va. De un lado a otro. Buscando qué sé yo. Quizás la poción secreta contra tanta decepción. Quizás el remedio contra aparentemente, ninguna enfermedad. Quizás unos labios donde valga la pena morir por amor. Quizás los besos donde valga la pena estar. Ya no nos complace el saber, ahora encima, queremos probar.

Nos han venido amores que se iban, y a veces hemos sido nosotros los que decíamos hasta otra. Hasta luego. Dejémoslo ya. Dejando de lado aquel que más nos quería. Porque sí. Le hemos dicho 'No' a alguien que nos regalaba todos los "síes". Echando la vista atrás sí, hubo amor del bueno, hubo amor de verdad. Tenemos el nombre guardadito en la retina de todos los que les fallamos nosotros. Que hubo un día que fuimos los que dijimos no al amor de nuestra vida. Nos jodemos. Así de tontos fuímos. Así bandazo, tras bandazo nos hallamos en este lugar.

Y se lo negamos al próximo que venga. Porque vete tú a saber por donde nos piensa traicionar. A ver en qué punto empieza a fallar. Nos han convertido en dudosos del todo. Ya no queremos querer. Simplemente nos conformamos con gustar. Egoístamente mucho menos doloroso, más inocuo. Pero a la vez más difícil de saborear. Más insípido. Más de ojos que se miran al espejo que de corazones que te invitan a entrar. Narcisistas del querer. Mentirosos de la verdad.

Así nos va. Dando amores de bandazos entre unos 'likes' y unas preguntas en el 'ThisCrush'. Como si fuéramos los nuevos catálogos del Corte Inglés. Buscándonos los modelitos que mejor nos sientan bien. Cada otoño a renovarse. Cada final de relación, una dieta, un plan y volverse a promocionar. Se nos ha ido el querer a quinto infierno. No hay solución a tanto miedo. Bienvenidos todos, al amor de instagram.

Sólo nos queda confiar. Sólo. Como si fuera tan fácil de realizar. Un verbo tan regular como bipersonal. Que no se trata de medias tintas ni de probar. Aquí no suman los dislikes. Cualquier fallo te devuelve hacia atrás. Se trata de encontrar, ya no te digo el alma gemela, sino una que se venga a dejar enamorar. Rezar porque el caprichoso destino nos ponga en bandeja unos ojos bien verdes que dejamos, de antaño, escapar. Dependemos, ya no sólo del tiempo, sino del sitio, del lugar.

Yo no defiendo los amores de bandazos pero si hay alguno que me lleve hasta tu lugar, ten por cuenta, que me voy a dejar arrastrar. Aunque haya tormentas donde pierda mi navío. Aunque no aparezcas en el mapa que el sino me tenía preparado. Aunque tenga que ir nadando hasta tu orilla.

Aunque lo último que haga sea, volverte a enamorar. 

Te invito a dar un bandazo a nuestras vida.
Quién sabe.
Lo mismo es que, amar, es así de árriesgado.
Es así tan de locos. Tan dispuestos de nuevo a naufragar.

1 comentario:

Escribe bonito...